Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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Los 50 años de la Liga Comercial: la historia la cuentan dos “tipos” que las “vivieron todas”

Ariel Fernández y Raúl Udi pueden escribir un libro de mil páginas sobre lo que fue y lo que es la entidad referencial del fútbol amateur a nivel local y regional, que en la actualidad cuenta con 120 equipos, 10 categorías y poco más de 4.000 jugadores.

Ariel Fernández y Raúl Udi, dos próceres de la Liga Comercial. Fotos: Emmanuel Briane y Archivo La Nueva.

Instagram: @sergiopeysse

Twitter: @elpeche1973

(Nota ampliada de la edición impresa)

No se pisan al hablar, pero los dos saben de lo que hablan.

Son la historia “viviente” de la cada vez más prestigiosa Asociación Bahiense de Fútbol, popularmente conocida como Liga Comercial, que en el año de su 50º aniversario goza de un más que óptimo estado de salud.

Ariel Fernández es uno de los fundadores, firmó el acta de la primera reunión y es consulta permanente para recordar fechas y momentos claves de la biografía institucional, y Raúl Udi se unió en 1976, es el “señor” reglamento y hasta el día de hoy sigue firme como asambleísta y colaborador de la entidad referencial del fútbol amateur a nivel local y regional.

La temporada actual se cerró con 1782 partidos disputados, la participación de 4181 jugadores (entre Regulares, Veteranos y Senior) y cuatro torneos: Copa de Verano (“Campeones del Mundo”), Copa de Campeones (“Rubén Becchio”), Preparación (“Mario Sosa” en Primera, Guido Ojeda en Veteranos y Fabio Pieper en Senior) y Oficial (50º Aniversario).

En resumidas palabras, la excelencia en organización.

“Justamente eso, la organización, fue lo que dignificó y dignifica a esta Liga, que en la década del ´70, en ese aspecto esencial, estableció claras diferencias sobre otras diez Ligas que se habían creado pero que no pudieron perdurar. La nuestra sentó bases claras de entrada con dos estrategas: Saturnino David (primer presidente) y Rubén Griolli (primer secretario)”, afirmó, con una memoria prodigiosa, el mayor de los dos, Fernández, camino a soplar las 80 velitas.

“Si querés repaso un poco la etapa fundacional, lo que sucedió antes del 22 de marzo de 1973, cuando nació oficialmente la Liga”, preguntó con ganas de transmitir todo ese amor “fraternal” que le tiene a “la” Comercial.

--Adelante.

--A fines de los sesenta, Empleados de Comercio era famoso por los campeonatos comerciales que año a año reunía entre 15 y 20 equipos. De esos torneos podía participar cualquier jugador, pero si no eras del rubro mercantil, te obligaban a ser socio adherente del gremio. Griolli, el mentor de lo que es hoy nuestra Liga, era bancario, y se cansó que, al momento de la inscripción, antes tenías que asociar a todo su equipo cuando algunos se quejaban porque no querían pertenecer a Empleados de Comercio.

“Un día dijo `esto no puede seguir así´, y en 1972 decidió organizar, respaldado por la Comisión de Deportes del Banco, un certamen a modo de prueba piloto, prometiendo que si salía bien, al otro año iba a formar la Liga Comercial, que finalmente se fundó en donde él trabajaba, en la Caja de Crédito Bahiense, en calle Moreno, frente al Correo Central, donde hoy funciona el Banco Macro”, manifestó el “hombre” de los trofeos con conocimiento de causa.

“Griolli nos juntó a todos, nos explicó la idea, nos convenció para que nos vayamos de EDC y antes de empezar a jugar ya había 18 equipos anotados en una Liga que todavía no existía pero que estaba organizada desde un año antes a su constitución. En julio de 1972, el tipo presentó un proyecto de campeonato que establecía: dos divisionales (Primera A y B), dos descensos, dos ascensos, premios al 1º, 2º y 3º, reconocimiento a la caballerosidad deportiva, al goleador y a la valla menos vencida”, definió.

--Perdón, lo mismo que ahora.

--Exacto, hoy se sigue respetando un proyecto que es ley para todos los que pasaron por esta casa. Los lineamientos del progreso institucional fueron la organización y la disciplina, a tal punto que nosotros, los dirigentes, teníamos que ser policías en las canchas para cuidar el prestigio de la Liga. Además, el reglamento de Transgresiones y Penas protege al espíritu deportivo de una competencia que se desarrolla en canchas abiertas y sin efectivos policiales o de seguridad privada. Eso fue lo que llevó a que esta Liga sea más preponderante que otras que fueron desapareciendo a causa de peleas y disputas internas.

Udi asentía meneando su cabeza, pero en su mirada de “viejo zorro” se notaba a la legua que quería meter “bocado”. Y cuando arrancó, fue difícil pararlo.

“Cuando ingresé a la Liga, no me fui más; en ese momento se sabía en todo Bahía que era seria, organizada y competitiva, tres aspectos que la distinguían de las demás. Había jugado en la Universitaria, en la Bancaria y en una Comercial de la Amistad de barrios y villas, pero ninguna tenía el perfil de crecer como esta, que desde su creación se caracterizó por el orden y la mano dura con todos aquellos que han querido transgredir las reglas. La justicia interna siempre fue ciega y sorda para los intereses personales y actúo en base a lo escrito en cada artículo del Reglamento General”, sentenció este ex bancario de 72 años, jubilado, asambleísta y DT de P. París regulares desde 1965.

El padre del actual presidente liguista (Luciano Udi) enseguida enfiló hacia le progreso y las bondades que hacen que esta Liga amateur, hoy, sea la más grande del sur argentino.

“Mejoraron los campos de juego y la sede es propia, con todo lo que ello significa en los tiempos que corren. Un paso fundamental hacia el progreso fue separar la administración del Tribunal de Penas, porque en algún momento cometimos el error de que hacían ambas tareas el mismo grupo de gente. Quieras o no, se originaban conflictos, porque con el tipo que charlabas todos los días después te tenía que sancionar. Hasta fines de la década del ´90 estuvo a cargo Juan Giordano, un tipo fenomenal, excelente empleado y gran dirigente, pero llegó un momento que no podía atender los dos frentes porque el único perjudicado era él”, amplió Raúl.

--Ahora el comandante “administrativo” es Agustín Idiart.

--Un pibe que hace todo bien, que trabaja sin la presión de tener que rendirle cuentas al TDP, que está compuesto por un grupo de abogados que se reúne fuera de lo que es la Liga. Acá, el presidente no sabe qué árbitro y veedor le toca para el sábado, se entera en la cancha, y eso es una ventaja enorme. Al existir distintas Comisiones que trabajan de manera individual y sin contacto entre ellas, no se infringe ninguna ley ni hay chusmerío o radio pasillo.

En este tema en particular, Ariel, miembro del Tribunal de Apelaciones, asambleísta y jubilado, tuvo algo para agregar.

“En los inicios, el TDP era el mismo Consejo Directivo, es decir que los 20 delegados tratábamos, partido por partido, los informes de los árbitros. En 1980 eso cambió, pasó a manos de la Comisión de Interpretación y Reglamento, que se reunía en la semana y mandaba los fallos y sanciones al Consejo para su aprobación”, detalló.

“Los reglamentos originales eran dos hojas oficio escritas a máquina, después se convirtió en un librito y en 1990 se armó uno más completo y moderno. En 2013, cuando Luciano Udi asumió como presidente, se consiguió que los integrantes del TDP sean ajenos a la Liga (abogados), para terminar con las sospechas de `arreglos´ y un montón de otras cuestiones que se escuchaban día a día cuando el ente punitivo se juntaba en la sede liguista”, describió el alma mater de uno de los equipos pioneros de la Liga: 11 de Abril Distribuciones.

La llegada de Udi a la presidencia coincidió con la transformación tecnológica de la base de datos de la Liga y la implementación de un programa estadístico que, en 2016, era único en Bahía Blanca.

“Diseñamos este sistema junto a estudiantes de la Universidad Nacional del Sur. Reduce a un 99 por ciento el margen de error, sobre todo de jugadores mal incluidos. Además genera una base de datos sistematizada en una red para que todos puedan acceder y controlar las estadísticas, las expulsiones y las inhabilitaciones. Es una base histórica modelo que alberga 10.000 jugadores, algo que ni siquiera vi en AFA. Es un lujo poder apretar un botón y tener la información que querés al instante”, había señalado “Lucho” (de rosado en la foto) en una nota publicada en La Nueva., el 31 de marzo de 2019.

 

Anécdotas y algo más...

Siguiendo con Fernández y Udi, ambos coincidieron que el mejor equipo que vieron en la Liga “fue Frigorífico Bahiense”, y que entre las peores canchas de la historia enseguida aparece en la memoria la de “Británicos” (entre las calles 17 de Mayo, Catamarca, Francia y Jujuy).

“Otra que era un espanto la que estaba en avenida Alem e Indio, que en un momento perteneció a Sanimat (entre 2008 y 2010). Era un piso donde no te podías mantener en pie”, acotó Udi.

Y se acordó de una tercera: “la de la Cooperativa Obrera, en el predio de Güemes y Brasil (que hoy pertenece a Olimpo) parecía de asfalto. Era áspera con solo mirarla”.

Las primeras reuniones de la Liga se hicieron en los salones de Empleados de Comercio, entre 1985 y 1990 los encuentros se trasladaron al Club Teléfonos (calle Vieytes 464) y de 1991 en adelante la base operativa siempre fue la sede de Paraná 865.

“Con respecto a los equipos participantes, en un primer momento fueron 18, el segundo año pasamos a 20, cantidad que permaneció hasta 1988, cuando recién nos animamos a abrir el abanico y a convocar. En 1989 se creó la Primera C y significó un paso gigantesco, ya que hasta ese entonces en la lista de candidatos a intervenir había 6 o 7 firmes, pero no daba para armar otra categoría”, indicó Ariel, quien a su vez reconoció: “los equipos siempre entraron por referencias, no debían presentar antecedentes negativos de conducta y la exigencia sigue siendo la garantía de una casa comercial o institución para que responda por ese elenco”.

Siguió: “Muchos equipos empiezan con un nombre y por algún motivo lo tienen que cambiar, pero la antigüedad y el día de su primera aparición en la Liga se les respeta, porque en definitiva se reconoce al grupo. Si mantenés una misma lista de buena fe, pero con otro nombre de equipo, no se lo toma como `nuevo´, por lo que no pierde la categoría ni los derechos de afiliación. Eso está reglamentado”.

“Por ejemplo, mi equipo entró a la Liga como Casa Mateos, pero en 1975 pasó a ser 11 de Abril, denominación que todavía hoy mantenemos (participa en Veteranos A)”, recalcó orgulloso.

Udi, por su parte, alzó un poco la voz cuando se refirió a Perfumería París, en sus orígenes Delfo y Raúl Ciccioli.

“El grupo siempre fue el mismo, pese a que hoy la Perfumería, que perteneció a Nestor Baira, hermano de mi suegra, ya no está más. Desapareció la marca, pero no el equipo donde jugaron y juegan mis amigos, mi hermano, mis hijos y sus amistades, mi sobrino, mi cuñado y gente muy querida y allegada a la familia”, comentó con cierto grado de nostalgia.

Casa Mateos en 1973, Luz y Fuerza en 1974 y Perfumería París y Club Teléfonos en 1976, los representantes más antiguos de la Liga que hoy siguen en actividad.

“Una década más adelante apareció Catalgás, pero quiero hacer una referencia: 11 de Abril y Perfumería se formaron con el mismo espíritu y forma de pensar, sin respaldo institucional, Club o Sindicato que pague la inscripción y la cuota de los jugadores, por eso es muy loable haber permanecido en el tiempo reuniendo la plata para la cuota mes a mes o sábado a sábado; y así todos los años. Eso, quieras o no, marca una diferencia en la conformación de los grupos y, un poco también, en el sentido de pertenencia”, aclaró Fernández.

La divisional Veteranos (+ 35 años) se incorporó en 1994, el mismo año que arrancaron los veedores rentados. Actualmente, la Liga cuenta con 10 categorías, 120 equipos y 34 canchas para poder programar los encuentros en dos y, en ciertas ocasiones, hasta en tres turnos.

“La primera prueba en Veteranos fue con dos comodines de 33 años, un torneo corto de seis meses, que sirvió de trampolín para que, en 1995, se juegue un torneo de 10 conjuntos. Ahí empezó a traccionar la categoría”, rememoró Ariel.

Al momento de las anécdotas, Udi contó una fenomenal.

“En 1987, un equipo que se coronó campeón fue echado de la Liga, pero como había repetido el título de un año para el otro, se hizo acreedor de la Copa Challenger. Hasta ahí todo bien, pero cuando llegó el día de la Fiesta de entrega de premios, ese equipo no llevó la Copa. ¿Qué pasó? Le dije a mi señora ahora vuelvo, y nos fuimos con Roberto Olea a Villa Nocito, a tocar timbre casa por casa --de las direcciones de los jugadores, por supuesto-- buscando el trofeo. Eran como las 11 de la noche y no tuvimos suerte, entonces Roberto, para salir del paso, puso a disposición la Challenger que había ganado Frigorífico Bahiense, la que entregamos simbolícamente en esa fiesta hasta que recuperamos, al año siguiente, la que tenía el equipo expulsado (Talleres Maldonado). Me acuerdo que ellos se acercaron a hablar a la Liga para regresar, pero pusieron una única condición: que el interlocutor no sea el hdp de Raúl Udi”.

El turno de Ariel: “Frigorífico Bahiense, un equipazo, compuesto con jugadores del barrio Noroeste, fue campeón cinco años seguidos (entre 1975 y 1979), racha que le permitió hacerse de la Challenger, propiedad de la Liga y amada por todos los que eramos parte de la institución. En el tercer campeonato que logra, se produce un triple empate en el primer lugar, y a la definición por el título llegamos, para un triangular, nosotros (11 de Abril), Electrónica Lavalle y el Frigorífico”.

Sigue: “En el partido por el título, entre Firgoírfico y nosotros, ellos meten un gol que no fue, porque la pelota dio en el travesaño y picó como un metro y medio afuera de la línea del arco. Pero el árbitro era el `Víbora´ Peralta, que vivía en el Noroeste y era amigo de los rivales nuestros. Sí, convalidó el tanto, por eso se armó un lío bárbaro. Nos expulsaron a tres jugadores y yo, que estaba de técnico, tuve que ir al arco. Perdimos 1-0 y me fui a sentar abajo de uno de los árboles que rodeaban la cancha de la Quinta González Martínez, y ahí me largué a llorar como un nene. ¿Por la derrota?, no, porque se llevaban la Challenger de la Liga. Hoy, en ese predio entrenan las menores de Pacífico, pero cuando puedo paso, bajo del auto, camino hacia el mismo árbol y rompo en llanto como aquella vez. Fue y sigue siendo una terrible angustia; siempre sentí que esa Copa era parte de la historia de la Liga, por eso no quería que se la lleven”.

 

1.782

Partidos. Se jugaron en 2023. La temporada también contó con 120 equipos en 10 categorías, 4181 jugadores, 47 veedores, 190 árbitros y 34 canchas. Otro récord.