Bahía Blanca | Domingo, 28 de abril

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Denuncia a la consejera: "Hoy en día, la palabra de la mujer tiene más peso que la del hombre"

Fernando Pereyra, quien fuera falsamente acusado de abuso por Fiorella Damiani, dijo que en la causa "hubo muchas irregularidades" y que con su amigo tuvieron "que demostrar que éramos inocentes".

Pereyra, en el programa "Allica y Prieta".

Fernando Pereyra, uno de los dos jóvenes que en 2017 fue denunciado falsamente de abuso sexual por Fiorella Belén Damiani, dijo esta tarde que en la causa "hubo muchas irregularidades", afirmó que "hoy en día, la palabra de la mujer tiene más peso que la del hombre" y señaló que con su amigo tuvieron "que demostrar que éramos inocentes, algo que es totalmente al revés".

"Queremos seguir adelante porque esto no debería pasar nunca, que alguien inocente vaya a la cárcel. Nos impulsa seguir adelante que se haga Justicia. Mi amigo quedó con cierto trastorno psiquiátrico, no fue gratis todo esto. Imaginate la condena social... Y ahora esta señorita tiene un cargo honorable, cuando con estas características no puede hacer esta tarea", amplió.

Los dos estuvieron casi una semana en un calabozo de la DDI, con un camino casi seguro de condena, hasta que uno de ellos recordó que había dejado registrado en imágenes aquel acto sexual entre ambos y Damiani, hoy consejera escolar, que en ese momento tenía 18 años.

Incluso recordaron que ya en 2017 habían aportado esas imágenes al personal policial interviniente en las primeras actuaciones, aunque en ese entonces no se tuvieron en cuenta o no llegaron a la fiscalía.

"Las pruebas estaban aportadas, no había motivos para estar en un calabozo. Estábamos adentro, bastó con la palabra de la mujer y veíamos un panorama muy oscuro. La cuarta noche dijimos que si nos llevan condenados no la íbamos a cumplir, no podíamos pagar una condena por algo que no habíamos hecho ni éramos capaces de hacer", agregó Pereyra.

Invitado al programa Allica y Prieta, que se emite de lunes a viernes de 15 a 16 por La Nueva Play, el joven contó cómo fue pasar por el calabozo de Pueyrredón 30.

"Hay un mito detrás de un calabozo, que no es la cárcel. Los muchachos detenidos están muy bien informados y estaban por recibir a dos violadores. No fue un recibimiento cariñoso, padecimos violencia, nos pegaron. Tuvimos que defender la ropa puesta", recordó.

"Había que ganarse el respeto para estar ahí adentro, hacerse fuerte. Ya no teníamos nada que perder y había que sobrevivir —continuó—. Las primeras noches dormimos en el lo que denominan 'buzón', una casilla muy pequeña, sin luz. No sé si era para protegernos o un castigo porque teníamos que orinar prácticamente encima, con una sensación de falta de aire. Luego nos pasaron a compartir celda con otros detenidos".

Más adelante, Pereyra detalló cómo transcurrieron los hechos desde el 20 de julio de 2017, cuando luego de festejar el cumpleaños de su amigo, tuvieron el encuentro con Damiani.

"Acostumbrábamos a filmar esos eventos, con previo aviso de que iba a quedar para nosotros. En los videos no se la ve negada; eso nos dio la libertad", relató.

"Ella manifiesta una participación activa en todo momento, sin negación. Siempre estuvo dispuesta a la relación y a la filmación. Fue algo totalmente consentido y premeditado", aclaró.

Además, Pereyra detalló cómo fue que tuvieron acceso a las imágenes, pese a que su teléfono celular fue secuestrado por la Policía.

"Joaquín filmó con mi teléfono, pero se pasó el video al suyo. Cuando terminamos, Fiorella me sustrajo el celular pensando que se llevaba las pruebas. Esa misma noche nos denunció", comenzó.

"A la mañana siguiente fue la Policía a buscar a mi amigo Joaquín; no lo podía creer. Antes de entregar el teléfono, Joaquín subió el video a la nube, no queríamos perder las pruebas. Y a los días, nos citaron de la DDI. Esos videos no fueron aportados a la causa, siendo la única defensa que teníamos. Nos dio cierta tranquilidad tenerlos, no pensábamos terminar en esto. No sé qué pasó con esas imágenes. Hasta que cuatro años después, el 5 de noviembre de 2021, nos detienen", continuó.

"Nos llevaron a Fiscalía y nos dijeron que teníamos de 8 a 25 años de prisión. No sabían que habíamos presentado los videos. Nos juntamos con el abogado defensor, entramos a la nube, se los mostramos, armamos la estrategia y al día siguiente nos sentamos a declarar", expresó.

"Fue tremendo, de los nervios mi amigo no se acordaba la contraseña, tuvimos que desbloquear la cuenta —rememoró—. La fiscal citó a la denunciante para que explique qué eran esos videos y como no había forma de contradecir una prueba tan contundente la doctora [Marina] Lara nos liberó", completó.

Mirá acá la entrevista completa: